¡Montmartre,
el barrio más bohemio de París! El día frío y soleado resulta ser
perfecto para contemplar con total claridad desde las escaleras del
Sacré Coeur toda la ciudad.
Recorremos,
itinerario en mano, sus plazas y callejuelas, lugares que son
historia viva de las vanguardias artísticas.
Sin embargo, a ellos les pareció tanto o más importante el Muro de los Te Quiero, que tan bonito sale en las fotos.
Después de la comida, de nuevo al metro (que algunos ya dominan como auténticos parisinos), para dirigirnos al inabarcable Museo del Louvre. Antes de entrar, recorremos a pie el trayecto desde la Plaza de la Concordia, con su obelisco egipcio, hasta El Carrusel; la panorámica es magnífica.
Dedicamos
al Louvre el resto de la tarde. Les recomendamos que seleccionen solo
una parte razonable de las obras expuestas.
Muchos de ellos eligen el arte egipcio, sin olvidar algunas obras maestras de todos los tiempos como la Venus de Milo o La Gioconda.
Muchos de ellos eligen el arte egipcio, sin olvidar algunas obras maestras de todos los tiempos como la Venus de Milo o La Gioconda.
Son
muchos días con poco descanso, así que regresamos al albergue
agotados, pero felices.
Mañana
será nuestro último día en París...
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